Hacia el año 1111, una tribu cuyos componentes se denominaban a sí mismos mexicas, vivía en torno a un lago llamado Atzlán (de donde se deriva el nombre de aztecas), que debía estar situado en algún lugar en el norte del actual territorio mexicano. Por aquellas fechas, los mexicas iniciaron un proceso migratorio hacia regiones situadas más al sur. Al parecer, su dios Huitzilopochtli había dado órdenes a los sacerdotes para que abandonasen ese lugar, que todavía los investigadores no consiguen ubicar con exactitud, y buscasen uno nuevo que los dioses les señalarían cuando llegara el momento adecuado. El sitio elegido sería aquel donde contemplaran a un águila que se había posado sobre una chumbera y estaba devorando a una serpiente.Según la tradición, los aztecas vagaron durante más de dos siglos por el norte y el centro del actual México se trasladaron de un asentamiento a otro, pero nunca se establecieron de forma permanente.
Tras merodear por las inmediaciones del lago de Texcoco, los futuros mexicas se asentaron en diversos puntos de la cuenca de México que estaban sujetos al señorío de Azcapotzalco. La migración concluyó cuando fundaron su ciudad en un islote cercano a la ribera occidental del lago habitado desde antes del siglo XIV; allí vieron un águila sobre un cactus, o nopal, escena que vemos representada en el escudo de la bandera mexicana ya que el dios Huitzilopochtli les había ordenado que sólo debían fundar su reino donde estuviera «un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente». Tal isla se encontraba en donde hoy está el centro de la ciudad actual de México D.F. La gran ciudad de Tenochtitlan, capital del Imperio azteca. Las fuentes aztecas databan fundación de la ciudad 26 de julio de 1325. El asombro español quedó expresado por los cronistas que conocieron la ciudad en el siglo XVI; estos cuentan el tamaño enorme de la capital mexica y el alto grado organizativo de las funciones sociales de la misma. Tengamos en cuenta que muchos de los soldados de Cortés no habían visto hasta entonces una ciudad tan grande. En realidad, el valle del lago Texcoco no era un lugar deshabitado, por el contrario, en él se habían instalado anteriormente una serie de pueblos como los olmecas o los toltecas, y en su sector occidental se había desarrollado una de las grandes civilizaciones urbanas mesoamericanas, la de Teotihuacán, que había desaparecido unos cuatro siglos antes de que llegasen allí los aztecas, por motivos que todavía hoy día se desconocen con exactitud.
Este legar presentaba grandes atractivos para un asentamiento;el lago garantizaba la abundancia de agua (aunque esta tenía un fuerte sabor salobre), propiciaba la defensa, pues se trataba de una isla de difícil acceso, y se encontraba en el centro de un territorio con un atractivo clima y un terreno fértil para la agricultura, en cuyas proximidades vivían numerosos pueblos desde varios milenios antes de Cristo. Para establecerse allí de forma permanente era necesario llevar a cabo, previamente, grandes obras que facilitaran la construcción de una ciudad, como diques, canales, calzadas, etc. Pero una vez estuviese hecha esta labor, la urbe resultante ofrecería una situación privilegiada para sus habitantes.Desde que se decidió la construcción de la misma, los aztecas se dedicaron con intensidad y aplicación a la tarea, y en pocas décadas comenzaron a recogerse los frutos de sus esfuerzos. También presentaba graves inconvenientes. Se encuentra situado en un altiplano a más de 2200 metros sobre el nivel del mar, al cual van a parar las aguas de diferentes ríos que nacen en las sierras de los alrededores. Su clima es tropical aunque suavizado por la altura, pero cuando las lluvias caen de forma torrencial, provocan la crecida de los ríos que nutren de agua al lago y, en ocasiones, se produce una considerable elevación del nivel de las aguas.Esto obligó a la realización de una serie de complejas obras hidráulicas, como la construcción de diques, embalses, canales, etc. Y a la vez que se protegían de las crecidas del lago era también prioritario gestionar la provisión de agua desde los manantiales de las montañas cercanas, ya que la del lago, a consecuencia de su elevada salinidad, no garantizaba su potabilidad. Para ello fue necesario construir una serie de acueductos, el primero de los cuales se llevó a cabo en 1376, y al que le sucedieron otros tres más con el paso del tiempo.
Tenochtitlán fue fundada en medio del lago de Tezcuco y con el tiempo se fue ampliando por medio de la técnica constructiva y agrícola que llamamos chinampas, hasta abarcar entre los 7.5 y los 12 km² de extensión. Gracias a el sistema de chinampas los tenochcas conseguían tener hasta 7 cosechas durante un solo año, lo que permitió el desarrollo demográfico no solo de la ciudad sino de la Cuenca de México. La gran metrópoli estaba dividida en cuatro grandes sectores: al suroeste Moyotla, al noroeste Cuepoan, al noreste Aztacalco y al sureste Zoquiapan. Estos grandes sectores se subdividían en «calpultin» o barrios, que a su vez se dividían en tlaxilacalli. Existían en total 20 calpultin, 8 que formaron el núcleo de los mexicas errantes durante su peregrinación y 12 que se fueron integrando paulatinamente.Los encargados de los calpulli se dedicaban a la limpieza de la ciudad: en algunas calles había braseros para incinerar basura y para los habitantes existía un sistema de letrinas, “colocadas en puentes sobre los canales, de manera que el excremento se iba acumulando en canoas que posteriormente lo trasladaban a zonas específicas para procesarlo y venderlo como abono agrícola y como ingrediente para el curtido de pieles.
Un vistazo a Tenochtitlan pudo haber mostrado un sin número de canoas (unas 60 mil en un día de actividad normal) yendo y viniendo desde el centro hasta las márgenes de los lagos y una ciudad con cerca de cincuenta grandes edificios que destacaban por encima de las casas que por lo general eran de un sólo piso. Los canales se usaban para el transporte con barcas hechas de totoras. Había barcazas para la recolección de desperdicios y otras para la recolección de excremento, que era utilizado como abono en las chinampas. Alrededor de 1000 personas estaban encargadas de la limpieza de las calles. A pesar de que el lago de Texcoco era salado, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques construidos por los mexicas y que permitían concentrar ahí el agua que desembocaba de los ríos que alimentaban al lago y contaba con dos acueductos que tenían dos canales.
Tenochtitlan estaba cruzada de lado a lado por tres amplias y largas avenidas (calzadas) que se extendían hasta tierra firme: al norte la que iba a Tepeyacac y que iniciaba en la Puerta Cuauhquihuac; al poniente la que iba a Tlacopan (por donde huyeron expulsadas las tropas de Cortés) y que iniciaba fuera del islote en el puente conocido como Chichimecapan (aproximadamente en el cruce de las actuales calles de Hidalgo y Paseo de la Reforma); la calzada al sur que iba a Ixtapalapa y que atravesaba la puerta Tepantzinco que la dividía del Templo Mayor, dos acequias, los acueductos de Ahuízotl y Acuecuezcatl a la altura de Acatlan (cerca de la ermita de San Antonio Abad) y salía al lago en Tlamacoyan. Al oriente no existía calzada ya que el límite era el Embarcadero Texcoco, que comunicaba a dicha ciudad con la ribera oriente. Paralelos a estos canales siempre había una amplia calle. El tráfico y los embarcaderos estaban rigurosamente ordenados. Las principales avenidas de acceso contaban con puentes levadizos para dejar pasar a las canoas.El agua de los lagos no era potable por su alto grado de salinidad o por su mal sabor debido a las plantas y los animales. Para el abastecimiento de agua se construyeron acueductos, como el de Chapultepec y se traían envases de agua potable desde las riberas del lago, así como se hacía con otros alimentos.
La ciudad de México-Tenochtitlán había sido cuidadosamente planeada y construida de acuerdo con principios políticos, religiosos, militares y funcionales. El centro ceremonial estaba dominado por el Templo Mayor, una pirámide con dos templos gemelos dedicados a los dioses Tláloc y Huitzilopochtli y que, para los mexicas, representaba el Coatépetl, la montaña sagrada, que almacenaba la lluvia, los rayos y las semillas multiplicadoras de la vida. Será uno de los primeros edificios que se erigió en la ciudad; a lo largo del tiempo, sufrió una serie de modificaciones que se llevaron a cabo en siete fases. Cuando estuvo concluido dos siglos después se convirtió en un recinto espectacular, con unas dimensiones sobresalientes, pues se extendía por un rectángulo de 115 metros de largo por 98 de ancho, y debía tener una altura de unos 37 metros. Como era lógico, este gran recinto sagrado se dedicó al dios que ordenó al pueblo azteca dirigirse hacia su nuevo destino, Huitzilopochtli.
El templo era considerado el centro del universo, la morada de los dioses y el lugar por excelencia en que los hombres podían descender a los nueve niveles del inframundo o ascender a los 13 niveles de los cielos.El recinto sagrado, con sus abundantes palacios, encarnaba al mismo tiempo el creciente poder político y económico de los mexicas. También contaban con escuelas, recintos para los sacerdotes y los guerreros, dos tlachtli (campo para el juego de la pelota) y otras estructuras religiosas como el templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, el dios del viento. Fray Bernardino de Sahagún relata la presencia de 78 edificios dentro de la gran plaza principal de Tenochtitlan. Hasta el momento gracias a las excavaciones realizadas se han podido encontrar 36 estructuras.
Los aztecas tenían una sociedad muy estratificada en la que el tlatoani o emperador ocupaba la cúspide, y un personaje tan importante necesitaba a su vez una residencia acorde con su categoría, de ahí que, hacia 1400, uno de ellos llamado Huitzilihuitl, inició la construcción de un complejo palatino de unas dimensiones extraordinarias. Se encontraba situado en la zona de Nezahualcoyotl y ocupaba una superficie de 1000 por 800 metros. Tenochtitlán comenzó a convertirse en una gran urbe cuando subió al poder un nuevo emperador llamado Itzcoal. Su reinado se extendió desde 1426 hasta 1440 y fue durante este período cuando la capital azteca se transformó en una espectacular metrópolis que luego tanto admirarían otras civilizaciones. Eran un pueblo eminentemente guerrero. Llevaban a cabo frecuentes incursiones contra sus vecinos con la finalidad de someterlos, conseguir impuestos y también para obtener esclavos a los que o bien sacrificaban a sus dioses en determinadas ocasiones, o bien obligaban a trabajar de manera forzosa en sus grandes obras monumentales. A partir de 1430, la utilización de esta mano de obra abundante y barata permitió levantar uno de los complejos urbanos más bellos y de mayores dimensiones del mundo.
Durante el reinado de Moctezuma I (1440-1467), él Tenochtitlán siguió embelleciéndose y engrandeciéndose. Para ello inició una nueva fase constructiva en el Templo Mayor, creó un jardín botánico en Oaxtepec y amplió el conjunto urbano con nuevos barrios y con la construcción de calzadas para facilitar el acceso de la población a través del lago.Ante la mejora de las infraestructuras y del abastecimiento de alimentos, la población de Tenochtitlán continuó aumentando, y con ella el espacio edificado. En 1487 se inició el reinado de Ahuitzol , con quien probablemente Tenochtitlán alcanzó la cumbre de su esplendor.Durante sus 16 años de reinado se llevaron a cabo grandes actuaciones, como la construcción del estadio deportivo destinado al juego de pelota o tlachtli, la reparación de los canales del lago, el embellecimiento con nuevas zonas ajardinadas, el centro ceremonial de Malinalco y la construcción de un nuevo dique. La ciudad siguió creciendo hacia el este para albergar a la incesante población que llegaba a ella.
A principios del siglo XVI poseía entre 60 000 y 120 000 casas, cifras que no son fáciles de aceptar por su elevado volumen. Estaba divida en 80 distritos, existían 50 grandes edificios monumentales, y poseía una intrincada red de canales e incluso un embarcadero en el lago Texcoco al que accedían muchas de las 60 000 totoras o canoas que se dice que navegaban por el gran lago y por el vecino de Xochimilco. Se ha calculado que el gran mercado situado en Tlatelolco recibía diariamente la visita de más de 20 000 personas, incluso hay fuentes que señalan una cifra asombrosa de hasta 60 000, pero no es fácil de creer semejante cantidad.Se desconoce cuál podría ser su población aproximada, pero hacia 1500 debía ser una de las ciudades más habitadas del mundo. Aunque los cálculos fluctúan entre una amplia horquilla que va desde los 80 000 hasta los 250 000 habitantes.Hay quien estima en más del doble el total de población que residía en las orillas de lago y que aunque no viviese en el interior de Tenochtitlán, trabajaba para el abastecimiento o realizaba parte de sus tareas en la misma.
A Ahuitzol le sucedió en 1502 Moctezuma II, el cual, durante la mayor parte de sus 18 años de reinado, se dedicó a continuar la obra de su antecesor. Nuevas avenidas, canales, templos, barrios e incluso acueductos completaron las actuaciones anteriores,Moctezuma se encontró con un problema mucho más grave que todos sus antecesores. Las inundaciones, terremotos, sublevaciones de otros pueblos y demás desgracias continuaron, pero en 1519 apareció en su reino algo con lo que no contaba. Algo que aunque las leyendas aztecas habían señalado, no se había producido hasta aquel entonces.Llegaron unos hombres barbudos procedentes del Este.
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