Programa 20. De Guillermo el Bastardo, a Guillermo el Conquistador.

Una de las historias más curiosas de la Europa medieval es la de la dinastía y elpueblo normandos.Es la historia de un oportunismo,de un hombre en unaépoca de violencia e inestabilidad. No es la historiade la construcciónconsciente de un reino y un pueblo, o de unhombre visionario, tampoco deun genio militar. Sus seguidoreseran tripulaciones de barcos procedentes detodas lascostas del norte delAtlántico.Pero gracias a su oportunismo y a lacodicia de tierras de sus seguidores, se fundará un nuevo reino y con él, unnuevo pueblo.También una dinastía de príncipes y reyes que perdura hastanuestros días. No hubo pueblo nifrontera a la que estosguerrerosno llegasen, desdeInglaterra hastael imperio bizantino; derrocaban dinastías, conquistabantierras y ciudades y desafiaban a grandes imperios de su época. De paganos acristianos, de piratas a príncipes y reyes, los normandos ascendieronmeteóricamente. Desde un pequeño asentamiento en el Sena en el año 911hasta la conquista de Inglaterra,hoyacompañaremos a los normandos en lafundación y creación de su poderoso ducado y a uno de sus duques máscélebres, Guillermo el bastado,como era llamado comúnmente, aunque contoda seguridad, no a la cara,desde su tempestuosa y tambaleante asuncióndel trono ducal hastasucoronación como reyde Inglaterra. Esta es su Historia.

Programa 19. Alejandro Magno. Tercera parte: regreso, muerte y caída del imperio.

En el verano del año 326 a.C., Alejandro, rey de Macedonia se encontraba en el noroeste de la India, en la región del Punjab, al frente de su ejército. En la mente del rey se comenzaba a perfilar una nueva campaña de conquista de la India, algo que, sin embargo, era incomprensible para sus tropas greco-macedonias. Después de haber recorrido más de dieciocho mil kilómetros en los últimos ocho años, con independencia del clima o el paisaje y tras una durísima campaña en el norte de la India, donde el clima había hecho mella en su espíritu, el ejército en pleno se amotinó. Oficiales y soldados, por igual, se negaron a avanzar ni un metro más.

El hijo de Amón no podía soportar la vergüenza de una humillación pública de tal envergadura, por lo tras consultar con los sacerdotes y adivinos del ejército y ofrecer un sacrificio para saber si debía cruzar el rio Beas, que muy oportunamente no fue propicio, ahora podía alegar la desaprobación de los dioses.  Reunió a sus íntimos amigos y a los viejos Compañeros y les informó de que había llegado el momento de retirarse. Alejandro había conoció por fin, su primera derrota.

En nuestra tercera entrega de la saga de Alejandro, hoy marcharemos de nuevo con las falanges macedonias, junto a la caballería de los compañeros, desde la región del Punyab, en el noroeste de la India, en una épica retirada a través del desierto de Gedrosia, entre los actuales Irán y Pakistán, de regreso a Babilonia. Asistiremos a nuevos motines, y purgas, conoceremos los planes de Alejandro para el futuro próximo y seremos testigos de su repentina muerte y del desmembramiento de su efímero imperio.

Programa 18. Colaboración gernamo-sovietica                              1919-1941

Durante casi veinte años, soviéticos y alemanes colaboraron económica y militarmente y se repartieron Europa del este en áreas de influencia. Dos países que saldrán como los parias de Europa tras la Primera Guerra Mundial iniciarán una cooperación que continuará, enormemente ampliada, con Hitler en la Cancillería del Reich.

Mientras que la cooperación militar soviético-alemana entre 1922 y 1933 a menudo se olvida, tuvo un impacto decisivo en los orígenes y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Alemania pudo reconstruir su ejército destrozado, entre otras cosas, gracias a cuatro bases secretas escondidas en Rusia. A cambio, el Reichswehr envió hombres para enseñar y entrenar al joven cuerpo de oficiales soviéticos. Sin embargo, el aspecto más importante de la cooperación soviético-alemana fue su componente tecnológico. Juntos, los dos estados construyeron una red de laboratorios, talleres y terrenos de prueba en los que desarrollaron lo que se convirtieron en los principales sistemas de armas de la Segunda Guerra Mundial. Sin los resultados técnicos de esta cooperación, Hitler no habría podido lanzar sus guerras de conquista.

Como tampoco habría sido posible mantener la blitzkrieg en funcionamiento durante 1939, 1940 y 1941 sin los millones de toneladas de cereales, petróleo y sus derivados, manganeso, cromo, madera y una larga serie de materias primas que la URSS exportó a una Alemania bloqueada navalmente por Inglaterra.

Un contacto estrecho que permitirá que inluso con la guerra en el frente del este en marcha, se mantuviesen contactos y conversaciones que permitiesen la firma de una armisticio en base a una nueva colaboración.

Hoy analizaremos la larga, fluida y estrecha colaboración germano soviética entre 1919 y 1941.

Programa 17. La Cruz de Hierro 1813-1957

Se puede encontrar en la Puerta de Brandenburgo y en la parte superior de la Columna de la Victoria en Berlín. Én monumentos de guerra y cementerios a lo largo de toda Europa y el Norte de África, hasta en las superficies de aviones y tanques de la actual Bundeswehr: es La Cruz de Hierro. La Eisernes Kreuz o Cruz de Hierro, la más famosa de las condecoraciones militares alemanas de todos los tiempos y en los 200 años transcurridos desde su creación hasta el día de hoy, sigue siendo una de las medallas más reconocibles, famosas y valoradas en la historia militar. En sus más de 200 años de historia, la Cruz de Hierro ha cambiado notablemente en su efecto simbólico y en la apreciación social, convirtiéndose en una marca y un símbolo distintivo, firmemente adherido a la imagen del ejército alemán.
La aceptación de la antigua cruz prusiana como símbolo nacional militar llevó a los nacionalsocialistas a adaptarla para el diseño de las banderas de las tropas de la Wehrmacht a partir de 1935 y, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, a crear una «nueva cruz de hierro «. Con la aplicación de la esvástica, los nacionalsocialistas se apropiaron visiblemente de ella y la asociaron a la guerra de 1939 a 1945.
Pero el legado de Federico Guillermo III y su idea resultaron ser más poderosos: la Cruz de Hierro no representa el militarismo ni la autoridad arbitraria. Encarna la legitimidad de la rebelión armada contra la opresión y la tiranía, y el deber cívico y la voluntad del pueblo de defender sus derechos y libertades.  Así pues, más de 200 años después de su fundación, la Cruz de Hierro sigue presente y goza de una percepción positiva y un reconocimiento internacional y aunque el significado social ha cambiado a lo largo de su dilatada historia , hoy vuelve a estar firmemente asociado al ejército y las fuerzas armadas alemanas. Hoy recorreremos la historia de una de las mas celebres condecoraciones militares, la Cruz de Hierro.

Programa 16. Viajar, en el Mundo Antiguo

Emprender cualquier tipo de viaje en el mundo antiguo fue , casi siempre, sinónimo de emprender una auténtica aventura. Acostumbrados como estamos a nuestro mundo actual, que se nos ha quedado pequeño, donde viajar es algo cómodo, fácil y seguro, no nos resulta sencillo hacernos tan siquiera una idea exacta de la situación en aquellos tiempos, de sus limitaciones y expectativas. Cualquier viaje en el mundo antiguo constituía una verdadera aventura con toda clase de riesgos e incertidumbres, por no hablar de las incomodidades o de su larga duración. Los mapas y los planos apenas existían y los pocos que podían calificarse de tales carecían de toda precisión en la situación de los accidentes geográficos o en la representación aproximada de distancias y longitudes. Se trataba más bien de vagas informaciones referenciales o de relatos que se centraban fundamentalmente en los elementos exóticos y extraordinarios.

Los medios de transporte eran rudimentarios y contaban con grandes limitaciones de tipo técnico, como era el caso de carruajes y barcos. Cualquier
itinerario conllevaba riesgos, como la presencia habitual de bandidos y piratas o los peligros inherentes al paso por unas regiones extrañas y desconocidas. Apenas existían lugares de posta y reposo destinados a tal fin, con lo que las jornadas se hacían interminables y no era infrecuente el peligro de extravío ante la ausencia de indicaciones y señales, o de rutas mínimamente condicionadas para el transporte. No contaban con una concepción clara y uniforme del mundo que permitiera a cualquier viajero situarse en una u otra dirección dentro de un contexto reconocible.

Hoy viajaremos por el mundo antiguo, recorriendo los caminos y calzadas y navegando por los grandes ríos y mares infestados de piratas.

Programa 15. Las Guaridas del Lobo, los Cuarteles Generales de Hitler

Frente a la creencia popular, basada muchas veces en películas de dudoso rigor histórico , fue muy poco el tiempo que Hitler pasó en Berlín durante la guerra. Muy al contrario, el Führer seguía el desarrollo de los acontecimientos a través de una vasta red de cuarteles generales, diseminada por toda Europa. Asi, entre 1940 y 1945, 19 Cuarteles Generales serán construidos con este fin para Hitler.

Durante el desarrollo de la guerra, su esca la y complejidad pasará de unos simples refugios antiaéreos y unos alojamientos de madera, a enormes búnkeres de hormigón macizo , a prueba de cualquier bomba o proyectil enemigo. La obsesión de Hitler con los búnkeres de hormigón se remontaba
a su servicio en las trincheras del frente occidental durante la Primera Guerra Mundial, donde sirvió como cabo. Aquí, los únicos refugios del machacón fuego de artillería enemigo eran las profundas trincheras, a menudo reforzadas con hormigón, que se construían a lo largo de toda la longitud del frente. Esta experiencia marco profundamente al cabo Hitler para el resto de su vida, como a la mayoría de los hombres que combatieron en los distintos ejércitos de la Primera Guerra Mundial.

Más tarde, como líder de Alemania, su preocupación por fortificaciones de hormigón encontrar a expresión en la decisión de construir el Muro Occidental o Westwall a lo largo de la frontera con Francia y una línea similar de defensas en el este. De hecho, tal era su interés en el tema que el mismo estaba íntimamente involucrado en el diseño de una serie de búnkeres para estas líneas de defensa.

Desde su tren especial, Amerika, a los pintorescos y rurales cuarteles generales en la frontera de Alemania con Francia, pasando por los grandes
bunkers de Prusia oriental o los cuarteles generales en el Este, hasta terminar en el Führerbunker de Berlín, bajo las ruinas de la Nueva Cancillería del Reich, recorreremos a lo largo y ancho de Europa, desde 1939 hasta 1945, las guaridas del lobo, los cuarteles generales de Hitler.

Programa 14. Alejandro Magno. Segunda parte:   De Gaugamela a la India

Al atardecer del primero de octubre del 331 a.C, Alejandro, rey de Macedonia tenía en sus manos el mayor y más poderoso imperio del momento. Sobre el campo de batalla de Gaugamela, a poco más de veinte kilómetros del actual Mosul, yacían los restos del último gran ejercito de Dario III , que había huido, por segunda vez, poniendo una distancia prudencial de por medio con el macedonio.

Lejos parecía quedar ya aquella primavera del 334 a.C. cuando se había puesto en marcha la gran expedición hacia Persia. Tan solo tres años, tres años, Separaban aquellos dos momentos.  Ciertamente, gracias a Filipo II, Macedonia era un reino rico, pero a partir de este momento, la enorme cantidad de riquezas que afluyeron a las manos de Alejandro, cambiará por completo la escala de sus operaciones. El dinero ya nunca más será un problema. Alejandro y sus macedonios habían avanzado sin descanso, sin conocer la derrota, durante tres largos años. Habían destrozado dos grandes ejércitos Persas, ambos comandados por el mismísimo Gran Rey. Habían sometido a Tiro en un asedio casi épico, habían incorporado a Egipto al nuevo imperio. Desde Gordio hasta Siwa, Alejandro era ya una leyenda. Y nos obstante, aún estaba comenzando su asombroso viaje…..

En nuestra segunda entrega de la saga de Alejandro, hoy marcharemos de nuevo con las falanges macedonias , junto a la caballería de los compañeros,
desde Babilonia a la mismísima India

Programa 13. La Gestapo

Hoy en día la palabra Gestapo sigue evocando sentimiento de miedo y horror. La Gestapo, Geheime Staatspolizei o policía secreta del estado, era el elemento clave en el sistema de terror y represión nazi. Su propaganda, gustaba de dar la impresión de que era una organización enorme y de que sus agentes estaban por todas partes. Y esto se ha dado durante décadas como un hecho consumado.

Nada más lejos de la verdad. En realidad, la Gestapo era una organización muy pequeña, ya que no necesitaba otra cosa , sin muchos recursos y explotada al máximo, con menos de 15.000 agentes activos para vigilar todos los crímenes políticos, supuestos y reales, de 66 millones de alemanes. Historiadores como Robert Gellately, Martin Broszat y Reinhard Mann, desacreditaron la idea popular de una Gestapo como parte de un estado policial todopoderoso que imponía su voluntad a una población aterrorizada. El apoyo del público respaldaba el trabajo de la Gestapo. El régimen de Hitler gozaba de una enorme popularidad y todo aquel que aceptó y apoyó al régimen gozó de una gran libertad individual.

El gobierno nazi era mucho menos totalitario en la práctica que en la teoría y una vez uno tiene en cuenta este hecho fundamental, empieza a entender la realidad de cómo era la vida dentro de la Alemania nazi. La Gestapo era una organización pequeña basada en la colaboración del público, que trataba a los «buenos» ciudadanos alemanes con guantes de seda y a la que la mayoría de alemanes no le tenía ningún miedo.

Hoy conoceremos los orígenes, estructura y funcionamiento de una de las policías políticas mas temida de todos los tiempos….

Programa 12. La intervención italiana en la Segunda Guerra Mundial

Crossover con Navegando sin Rumbo

La intervención italiana en la Segunda Guerra Mundial estará impulsada por motivos de prestigio, cinismo y sobre todo, de un oportunismo inoperante. Mussolini se propuso conquistar el Mediterráneo y convertir Italia en una potencia mundial, con un imperio que iría desde Gibraltar hasta el Golfo Pérsico: seria el Imperio Romano del siglo XX. En su propaganda, los fascistas glorificaban el espíritu de lucha italiano, su disciplina «romana», su fuerza de voluntad sobre humana y su lealtad inquebrantable al Duce.

Pero la realidad era bien distinta…….. el país no estaba preparado para la guerra y el ejercito italiano carecía de la preparación y el equipamiento necesarios. Hoy acompañaremos a los ejércitos de Italia desde Abisinia al norte de África, de las estepas rudas a las peligrosas aguas del Atlántico, de los Balcanes a los cielos de Inglaterra, en un nuevo Crossover con nuestros buenos amigos de Navegando Sin Rumbo…

Programa 11. La Guardia Pretoriana

En la antigua Roma, los emperadores y sus familias contaron para su protección con un poderoso cuerpo militar, instalado en un campamento al este de la ciudad. Las cohortes pretorianas, conocidas colectivamente como Guardia Pretoriana, eran la primera línea de defensa del emperador, pero también su enemigo más letal. Lo acompañaba constantemente, ya fuera como guardaespaldas en Roma o durante sus campañas militares, sin embargo, su fidelidad distó mucho de ser completa, como muestran las constantes conjuras y sublevaciones que protagonizaron hasta su desaparición en el siglo IV.

A lo largo de sus tres siglos de historia, las misiones a las que tuvieron que hacer frente los pretorianos fueron extremadamente variadas; la función principal de la Guardia Pretoriana fue la protección, a todos los niveles, de la persona del emperador allí donde este se encontrara, ya fuera actuando permanentemente como su escolta y guardia personal en el palatino y demás residencias imperiales o como última línea de defensa en el combate. Como únicas tropas armadas acantonadas en la capital del Imperio, poco a poco irá cobrando especial relevancia Y por último, como cuerpo de élite del ejército romano, actuaron como unidad de combate en el campo de batalla, acompañando bien al propio emperador, a algún príncipe de la casa imperial o al jefe inmediato de la Guardia, el Prefecto del Pretorio.

En una época donde el destino de gran parte del mundo conocido se dirimía desde una sola ciudad, Roma, en manos del emperador, los pretorianos se
convirtieron en el lobby por excelencia.A lo largo de su historia, la guardia fue muy consciente de que podía crear o destruir emperadores a su antojo. s. Seguros y confortablemente instalados en sus cuarteles de la capital, eran envidiados por los legionarios estacionados en los acuartelamientos de frontera.

Hoy regresamos a la antigua Roma, para conocer a la tan temida como odiada, guardia pretoriana.

Programa 10. Little Big Horn y el desastre del 7º de Caballeria

A las seis de la tarde del 25 de junio de 1876, 210 soldados del 7° Regimiento de Caballería yacían muertos, dispersos en una colina, en el sur de Montana. Su comandante, el teniente coronel George Armstrong Custer había caído con ellos. Cuatro millas río arriba, más de 40 soldados también estaban muertos; todos perecieron a manos de los guerreros sioux y cheyenne en lo que ahora se llama la batalla de Little Big Horn, conocida por los nativos americanos como la Batalla de Hierba Gris.

Fue la batalla más famosa del mítico 7º Regimiento de Caballería de los Estados Unidos, donde se recuerda, aun a día de hoy, como una de las más «heroicas» que protagonizó su ejército, mientras trataba de expulsar a los indios de sus tierras. No obstante, y por mucho que el cine estadounidense se haya empeñado machaconamente, en transmarinos que en Little Big Horn los heroicos soldados de Custer murieron con las botas puestas y enfrentándose a miles de malvados indios que les atacaban salvajemente sin piedad, la realidad es bien distinta. En principio, este regimiento solo era uno más de los regimientos de caballería del ejercito de los Estados Unidos, pero al tratarse de la peor derrota sufrida por la caballería, ha sido recordado y en muchas ocasiones, glorificado hasta la exageración con un Custer rodeado de sus hombres, armas en la mano, esperando la última carga de los nativos americanos. Pero el final de la batalla debió de ser una estampida sin orden ni concierto.

La Batalla de Little Big Horn constituye el clímax de las Guerras Indias en Norte América ; una campaña insuperable en la ferocidad y salvajismo de sus combates, una victoria táctica para las tribus de las planicies americanas, pero también una derrota estratégica. Hoy recorreremos las praderas sin fin de Montana , en la última cabalgada del Teniente Coronel Custer.

Programa 09. El Gobierno de Flensburg: el último gobierno del Reich

A mediados de mayo de 1945, el Tercer Reich estaba en ruinas, Adolf Hitler había muerto y la guerra había terminado en Europa; pero eso no significaba que un nuevo líder no estuviera dirigiendo el trabajo diario del gobierno del Tercer Reich. Una semana después del Día de la Victoria en Europa, un automóvil del parque móvil de Hitler se detenía frente a un apartamento del norte de Alemania para recoger al último líder de la Alemania nazi.

Flanqueado por su personal, Karl Dönitz se sube al vehículo en uniforme completo de Gran Almirante. Tras recorrer apenas 500 metros, el automóvil se detiene en seco y Dönitz, desciende para presidir la reunión de gabinete de ministros del Reich. En la agenda: cualquier cosa, desde cómo podrían simplificar el mando de sus unidades militares inexistentes hasta qué tipo de bandera usarían ahora que la esvástica estaba prohibida. En la ciudad de Flensburg, al norte de Alemania, los aliados permitieron un pequeño campus de funcionarios alemanes que pretendían que la Alemania nazi todavía está viva. Visto por algunos como algo «extraño», «delirante» o incluso como una «ópera cómica», la táctica de Dönitz permitirá la evacuación de millones de civiles hacia Alemania occidental. Esta es su historia.

Programa 08. Alejandro Magno. Primera parte:   De Pela a Gaugamela

La valoración de la figura de Alejandro III de Macedonia es inseparable de la imagen contradictoria que las fuentes antiguas nos han transmitido, la mayoría de las veces en un estilo que ralla la hagiografía. El retrato antiguo de Alejandro contiene tantos elementos novelescos como propiamente históricos. El rey macedonio no fue, ni mucho menos, un gran estadista como su padre Filipo II , aunque sí un excelente estratega y un rey con una enorme ambición de poder. Estos aspectos de su personalidad han sido raramente valorados, cuando no escondidos, porque la historiografía moderna sigue siendo tributaria de múltiples tergiversaciones, algunas de las cuales remontan incluso a la Antigüedad.

En esta primera parte, acompañaremos al rey macedonio desde Pela a la batalla de Gaugamela.

Programa 07. Roma imperial, una ciudad peligrosa.

Crossover con Navegando sin Rumbo

Cuando un ciudadano romano se aventuraba a salir durante la noche, siempre lo hacía con recelos. Los problemas de seguridad y orden público en la ciudad de Roma siempre fueron muy serios. Con más de un millón de habitantes Roma era una ciudad enorme para su época, incluso era grande según los parámetros modernos. La Antigua Roma era un foco de agitación frecuente, si no permanente. Una fuente de criminalidad con un elevado grado de inseguridad. El poeta Marcial , que vivió en la Roma del siglo I de nuestra era, decía irónicamente que solo un loco podía salir de noche en Roma sin haber hecho antes testamento y Juvenal , que la conoció entre fines del siglo I y principios del siglo II, solía afirmar que, de noche, era más seguro aventurarse en el bosque Gallinaria o en las mismísimas lagunas pontinas, que estaban infestados de salteadores, que el centro de la ciudad de Roma. Acompáñanos hoy, junto a nuestros compañeros del podcast Navegando sin Rumbo a recorrer las calles de la antigua Roma.

Aquí puedes escuchar todos los programas de Navegando Sin Rumbo, ¡ No te los pierdas¡:

Programa 06. La guerra anglo-zulu y la batalla de Isandlwana

La gran ola negra contra la delgada línea roja. Isandlwana 22 de enero de 1879, la mayor derrota de un ejército moderno profesional, el británico, dotado de modernas armas de fuego, ante un contingente de guerreros tradicionales, los zulúes, que prácticamente no disponían de nada más que de primitivas armas blancas. «¿Por qué los hombres blancos quieren comenzar una guerra por nada? ¿Por qué el gobernador de Natal me habla sobre mis leyes? ¿Acaso voy yo a Natal y le dicto a él las suyas? «. Así respondió el rey zulú Cetshwayo a las exigencias de las autoridades británicas en África del Sur para que disolviera su temible ejército. Los británicos pretextaban que Cetshwayo había cometido actos de crueldad contra su propio pueblo y contra los europeos, pero la verdadera razón de su hostilidad era otra: en su progresiva ocupación de todo el sur de África, no podían tolerar la amenaza que representaba un pueblo guerrero como el zulú, que desde hacía sesenta años había constituido un verdadero imperio. A finales de 1878 el Alto Comisionado británico en la zona, sir Henry B. Frere presentó a los zulúes un ultimátum. El 6 de enero de 1879, sin esperar a que éste expirase, el general Chelmsford invadió Zululandia al frente de 17.000 hombres, la mayoría de ellos veteranos de la metrópoli, además de un importante contingente de tropas auxiliares de Natal, africanas y europeas. Comenzaba así la que pasaría a la historia como guerra anglo-zulú.

Programa 05. La seguridad personal de Hitler

Para mantener a salvo a Hitler, se desarrollaron unas medidas de seguridad tremendamente complejas. Su escolta de las SS y otros grupos de seguridad responsables de su vida, eran tantos que a menudo se contrarrestaba entre sí. El mundo y sin duda Europa, se vería muy diferente hoy día, si en noviembre de 1938 el Führer y el canciller del Reich de la Alemania nazi, hubiera sido asesinado. Tal vez la gente lo hubiera considerado como un «Gran alemán”. Es bien sabido que los intentos de asesinar a Hitler se hicieron en repetidas ocasiones, aunque probablemente sea menos conocido cuántos fueron esos ataques; hubo por lo menos treinta intentos documentados de asesinar a Hitler durante los años 1933 a 1945. A la luz de tan elevado número de intentos, pronto quedó claro que los problemas de protección personal de Hitler iban mucho más allá de aquellos con que los líderes modernos normalmente tienen que vivir. La pregunta obvia era ¿Cómo sobrevivió Hitler a tantos intentos?. Se han dado afirmaciones contradictorias sobre cuán fácil o difícil era para un posible asesino acercarse lo suficiente a Hitler para tener una oportunidad de matarlo; antiguos miembros de su personal sostienen que era muy fácil, mientras que los supervivientes de la Resistencia dicen lo contrario. Una mirada más cercana a la seguridad personal de Hitler revelará un nivel sin precedentes de precauciones y, sin embargo, al mismo tiempo, un gran número de fallos.

Programa 04. Operación Valquiria

El 20 de julio de 1944, un grupo de oficiales del ejército alemán intentó asesinar a Adolf Hitler en su Cuartel General de Prusia Oriental, la Wolfsschanze, la Guarida del Lobo. La operación fue audaz porque la seguridad en torno a Hitler era extremada en un momento en el que el Führer temía ser capturado por sus enemigos. Sus movimientos eran un secreto muy bien guardado, aunque en realidad, en esta etapa de la guerra, Hitler rara vez dejaba ya su búnker de cemento en Wolfsschanze que el mismo había diseñado a prueba de las bombas aliadas más pesadas. El intento de asesinato no solo fue audaz por los peligros físicos que conllevaba para sus ejecutores, sino que también lo fue porque los conspiradores planeaban asesinar al líder legalmente elegido de Alemania y a un hombre al que habían jurado fidelidad. Esto significaba que sus acciones eran alta traición por lo que si el atentado fallaba, se deberían enfrentar a la máxima pena.

Programa 03. Filipo II de Macedonia

Algunas personas, pocas, cambian el curso de la historia. Pocas, muy pocas, lo hacen con la asombrosa rapidez con la que lo hizo Filipo II de Macedonia, uno de los soberanos más grandes de la antigüedad. Se le conoce principalmente, por ser el padre de Alejandro Magno, pero quizá la historia sería más justa si Alejandro Magno fuera famoso por ser el hijo de Filipo II. Filipo II fue quien hizo que su reino dejara de ser una tierra desprestigiada y desgarrada por los conflictos internos para convertirse en la primera potencia política y militar de la Hélade. En menos de 40 años, el minúsculo, atrasado y fracturado reino de macedonia humillo a Atenas y a Esparta y destruyo Tebas, llegando incluso a dominar Grecia para, a continuación, a atacar y someter a la mayor superpotencia de su época. Filipo reforzó la autoridad monárquica, formo uno de los ejércitos más poderosos de la historia, con el que creo el imperio macedonio y sentó las bases del potente poder militar que heredará Alejandro; sin Filipo, Alejandro nunca habría sido Magno. La historia de cómo lo hizo, merece su propio relato….

 

Programa 02. El Imperio de los Cien Días

En abril de 1814 la fulgurante carrera de Napoleón Bonaparte parecía haber llegado a su fin, tras veinte años de grandes triunfos, casi constantes, en los campos de batalla. Gracias a ellos, había llegado a dominar prácticamente, toda la Europa continental. Abandonado por casi todos tras su abdicación, había pasado casi 10 meses en la diminuta isla mediterránea de Elba. Ahora, retornaba a Francia para reclamar de nuevo su trono.

En nuestro segundo programa haremos un repaso del segundo periodo imperial de Napoleón.

 

Programa 01. Cuídate de los Idus de Marzo¡

La noticia del asesinato de Cayo Julio César los Idus de marzo del año 44 a.C en la Curia de Pompeyo de Roma, se difundió de inmediato por toda la ciudad. Las calles se vaciaron por completo, las tiendas y todos los negocios se cerraron a cal y canto y el temor se extendió con una rapidez pasmosa como una negra sombra por la gran urbe. Incluso los propios asesinos, temerosos tras el acto que acababan de cometer, corrieron a refugiarse en el Capitolio. Cesar había obviado todas las precauciones y todas las advertencias y el idus de marzo de ese año se tiñó de sangre. Unos días antes, el arúspice Espurninna le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo; ese día cuando se habían encontrado de camino al Senado, Cesar le había dicho riendo: “Ya son los idus de marzo y no me ha ocurrido nada” a lo que el arúspice contestó compasivamente : “Sí…. pero aún no han acabado”.