El HMS Dreadnought pudo ser un buque más de los cientos que se construían en la principal potencia del mundo durante los primeros años del siglo XX. Sin embargo su sola existencia presagiaba una nueva competencia por el poder y el predominio marítimo mundial. Con él nacían los nuevos acorazados monocalibres, naves que revolucionaban la clásica construcción de buques capitales. Su entrada en servicio en 1906 representó un notable avance en la tecnología naval, tan grande que su nombre llegó a ser asociado a toda una generación de acorazados, los «dreadnought», así como los barcos posteriores, mientras que la generación que él quedó obsoleta vino a llamarse «pre-dreadnought».
En su construcción se advierte una ruptura radical con el lento proceso de evolución que había llevado gradualmente al desarrollo del buque de guerra desde las galeras de Salamina y Actio hasta el galeón y desde allí al buque de línea nelsoniano, para luego incorporar el vapor y el acero en su diseño y propulsión. Con el Dreadnought, por primera vez, se abandonaba el uso tradicional y se lo reemplazaba por los limites de la tecnología vigente. La génesis del Dreadnought se debe en sus orígenes a un italiano, Vittorio Cuniberti, jefe de Construcciones de la Armada italiana. Aunque su diseño fue rechazado en Italia, se le autorizó a escribir un artículo en el Jane’s Fighting Ships, en el que preconizaba la construcción de un buque de 17.000 t armado con 12 cañones de 12 pulgadas. El artículo apareció en 1903 y revolucionó el pensamiento naval de la época en lo que pasó a llamarse por los anglosajones the all-big-gun ship. Esta idea influyó en la decisión de Fisher de construir un buque revolucionario que superase ampliamente en combate a los existentes hasta entonces.
Poco después de asumir su cargo de Primer Lord del Almitantazgo británico, el almirante John Arbuthnot Fisher ordenó los estudios de diseño para la construcción de un nuevo acorazado armado solamente con cañones de 305 mm y una velocidad de 21 nudos. La guerra entre Japón y Rusia (1904-1905) había demostrado que las teorías de Vittorio Cuniberti sobre la importancia del armamento pesado monocalibre eran exactas. Los cañones pesados de 305 mm demostraron todo su mortífero poder y la idea de una nave monocalibre armada exclusivamente por piezas pesadas en gran número dejó de ser una utopía para convertirse en un anhelo. Fisher ordenó a sus diseñadores que debían terminar con la enorme variedad de calibres para pasar de buques armados con gran número de piezas de artillería, de todos los calibres imaginables, a otros con menos bocas de fuego pero de un único y mayor calibre. Aquel que podía disparar al enemigo desde más lejos al enemigo sin ser alcanzado, tendría la ventaja en el mar.
La construcción del HMS Dreadnought, se terminó en apenas 14 meses, siendo entregado a la Royal Navy el 11 de diciembre de 1906. Esto fue posible al sustituir las góticas curvas de proa y popa, los costados vueltos hacia adentro y los complejos castillos y superestructuras que obligaban a una autentica construcción artesanal. El nuevo buque era de lineas simples y claras,cubierta corrida y castillo ligeramente elevado hasta la segunda de dos chimeneas. Con un desplazamiento de 22.000 toneladas,tenía 5 torres dobles con cañones de 305 mm (una a proa, otra a popa, otras dos a cada lado de la superestructura y una intermedia). 10 poderosísimos cañones de los cuales 8 podían disparar de costado y 4 en caza o retirada (ambas torres del alcázar no debían tirar al mismo tiempo pues habrían destrozado el puente y con el a todos sus ocupantes). Ciertamente, como resulta con los prototipos que se desarrollan y producen aceleradamente, era una distribución absurda. El blindaje presentaba un espesor de 280 mm; con el tiempo la experiencia demostrará que un acorazado debía llevar como mínimo una protección equivalente al blindaje de sus cañones. Esto determinará que el buque quedase rápidamente obsoleto. La otra gran innovación, junto con su revolucionaria artillería monocalibre, sería la planta motora con 18 calderas de combustión mixta (carbón-nafta) que le permitían alcanzar una velocidad de 21 nudos.
Los británicos acababan de convertir en un montón de chatarra antediluviana los 17 flamantes policalibres de la Hochsee Flotte (Flota de Alta Mar) imperial alemana, varios de ellos con tan sólo un año de antigüedad. Pero al mismo tiempo, el all-big-gun ship, si bien había sido un éxito como buque de guerra, planteó un grave problema a Gran Bretaña; al dejar obsoletos todos los navíos anteriores, anulaba la gran ventaja numérica en barcos que poseía la Royal Navy, dando a Alemania una oportunidad de comenzar una carrera naval con Inglaterra en igualdad de condiciones. El Almirante Von Tirpitz pondrá a sus ingenieros manos a la obra, contestando al desafío tecnológico inglés con cuatro nuevos buques monocalibres (Nassau, Westfalen, ,Rheinland y Posen). Aunque es cierto que el armamento de estos buques eran de menor calibre que el dispuesto en el HMS Dreadnought, su blindaje era muy superior, es decir, construyeron unidades menos armadas pero mas protegidas; esto suponía que no podían causar daño al enemigo que a su vez no podría hacer mella en su grueso blindaje. Con ello anulaban la ventaja tecnológica británica. Si bien los calibres, la velocidad y los desplazamientos fueron aumentando en ambos bandos conforme se iban construyendo los distintos buques de cada serie, la regla general era que los británicos poseían mayores calibres y daban más velocidad, pero tenían muy poca coraza. Los germanos en cambio disponían de una mejor protección y una excelente compartimentación estanca. Estas diferencias fueron críticas y resultaron favorables a los alemanes, como se demostró en Jutlandia, donde el Indefatigable, el Queen Mary y el Invincible,volaron por los aires cuando fueron alcanzados por el fuego de los cruceros del contralmirante Hipper.
Apenas 7 años después de su votadura, el HMS Deadnought ya tenía sucesores capaces de mandarle al desguace por su completa superioridad.Pero fuera cual fuese el número de acorazados que tratasen de construir los alemanes, los británicos los superarían de manera invariable con la intención de conservar el margen de superioridad de que disfrutaban. Ahora, la carrera armamentista cobró nuevo impulso con la llamada «revolución del dreadnought», carrera que culminará en el estallido de la Primera Guerra Mundial. En 1918 Reino Unido dispondrá de 38 dreadnoughs más, llegando a equipar sus buques con cañones que alcanzaran calibres 381 mm al final de la Primera Guerra Mundial; Alemania, 21, los Estado Unidos de América 17, Rusia 8 ,Francia 7,Japón 7, Austria-Hungría 3, España 3…
Como sucedía en el caso europeo, la década anterior al estallido de la Primera Guerra Mundial evidenció un nuevo período de expansionismo naval de las principales potencias sudamericanas, esto es, la Argentina,Brasil y Chile. Brasil fue la primera en aumentar su escuadra de combate;Brasil ocupó una posición de inferioridad naval respecto de Chile y Argentina, pese a ser el país geográficamente más grande de la región. Su postergada ambición de consolidarse como una potencia sudamericana llevó a Brasil a reorganizar su marina de guerra en 1906 ordenando la construcción de dos unidades del tipo “Dreadnought” de 19.280 toneladas y doce cañones de 305 mm que fueron encargados a los Astilleros Armstrong Whitworth & Co. Ltd. de Inglaterra. Se los designó con los nombres de Minas Gerais y Sao Paulo (botados en 1908 y 1909). Argentina y Chile no estaban en condiciones de responder al desafío brasileño dada la vigencia del acuerdo de desarme suscrito en 1902 que vedaba a ambos países la posibilidad de adquirir nuevos buques por el término de cinco años. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Chile renunciara a este acuerdo haciendo saber a la Argentina, a principios de 1906, que tenía intenciones de reforzar su escuadra con dos buques de gran porte. Argentina no podía ya ignorar el desequilibrio del poder naval que se cernía sobre la región y emprendió su propio programa de construcción, con los buques Rivadavia (1914) y Moreno (1915). No obstante Chile no contará con su único dreadnought hasta finalizada la primera guerra mundial, ya que el Almirante Latorre será confiscado por la Royal Navy (se estaba construyendo en Inglaterra ) en 1914 y no será entregado a la armada chilena hasta 1920. El que iba a ser el segundo dreadnought chileno, el Almirante Cochrane será igualmente confiscado en 1914 por los británicos y reconvertido en portaaviones, el HMS Eagle, hundido en 1942.
La rivalidad marítima y el consiguiente antagonismo anglo-alemán enardecieron sin duda las pasiones y crearon una atmósfera de odio mutuo que contribuyó a la entrada del Reino Unido en la primera guerra mundial. Gran Bretaña se sintió amenazada no por una Alemania poderosa en la Europa continental, sino por una Alemania con planes de futuro como potencia marítima.
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