Hacia ya una semana que la poderosa Wehrmacht alemana avanzaba sin freno a través de Polonia dejando muy atrás el Vistula y tomado Cracovia. Las divisiones
panzer se encontraban ante las puertas de Varsovia. Pero Polonia aun confiaba en las «garantías» dadas por Francia y Reino Unido en caso de ataque alemán y urgían a estos una acción inmediata como medio para liberar la tremenda presión a la que se enfrentaba su ejercito, que obligase a Alemania a desviar parte de sus fuerzas a la defensa contra un ataque en su frente occidental. Un ataque inmediato del ejercito francés podría ser definitivo al encontrarse la mayor parte del ejercito alemán combatiendo en Polonia. Así pues y tras muchas presiones, el esclerótico alto mando francés iniciará una operación terrestre, conocida como «la ofensiva del Sarre», desarrollada entre el 7 y el 16 de septiembre de 1939. Cuando la rápida victoria en Polonia permitió a Alemania reforzar sus líneas con tropas de regreso a casa, la ofensiva fue detenida y finalmente las fuerzas francesas se retiraron en medio de una contraofensiva alemana iniciada el 17 de octubre de 1939.
El apoyo diplomático Francés a Polonia venia de largo, de la postguerra de la s. Dentro de la alianza firmada entre la Republica Francesa y Polonia el 19 de febrero de 1921, además de acordarse una actuación común en materia de política exterior, se establecerán unos protocolos secretos de defensa mutua en caso de agresión no provocada por parte de un tercero; con ello se pretendía mantener a raya las ansias revanchistas tanto de la Republica de Weimar como de la Unión Soviética. Estos protocolos serán ratificados en el marco del acuerdo económico firmado por ambas naciones el 2 de agosto de 1923 y ampliados posteriormente por los acuerdos de Locarno, que incluían también a Checoslovaquia como parte del cerco diplomático y militar con el que Francia pretendía aislar a Alemania.
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Los generales Tadeusz Kasprzycki y Maurice Gamelin |
Sin embargo, esta alianza jamás sería operativa ya que los checoslovacos nunca se comprometieron formalmente con los polacos para no tomar partido en las disputas territoriales con Alemania y los franceses por su parte se negaran a apoyar el desarrollo de la industria polaca o del ejército checoslovaco. No obstante, y a pesar de las manifestaciones públicas de fortaleza, los polacos eran muy conscientes de su debilidad frente al ejercito alemán por lo que el 19 de mayo de 1939 se firmará en París un nuevo acuerdo miliar de defensa mutua entre ambos ejércitos -en ningún caso entre ambas naciones – rubricado por los generales Kasprzycki y Gamelin que no será ratificado por el gobierno francés hasta el 4 de septiembre, tres días después de la invasión alemana de Polonia.
Pero la realidad era muy distinta; a finales de agosto de 1939 Gamelin envió al general Louis Faury a Varsovia como jefe de la misión militar francesa allí. Antes de partir le dijo a Faury que no se podía dar ninguna fecha a los polacos por una ofensiva francesa, que el ejército francés no estaba en condiciones de atacar y que Polonia tendría que resistir lo mejor que pudiera. Su misión era encargarse de que los polacos lucharan…
En base a estos protocolos militares, el ejército francés debía comenzar los preparativos para una gran ofensiva tres días después de que comenzara la movilización general. Las fuerzas francesas tomarían el control efectivo sobre todo el área comprendido entre la frontera francesa y la Línea Sigfrido. En el día 15 de la movilización, es decir, el 16 de septiembre de 1939, el ejército francés debía iniciar un asalto a gran escala contra Alemania.
La movilización preventiva se inició en Francia el 26 de agosto de 1939 y el 1 de septiembre se declaró la plena movilización. Pero Francia sufría de un sistema inherentemente lento y anticuado para proceder a la movilización de sus tropas, lo que afectó mucho su capacidad de desplegar rápidamente sus fuerzas sobre el terreno y para empeorar más el asunto, el alto mando francés todavía creía en las tácticas de la Primera Guerra Mundial, que dependían en gran medida de la artillería estacionaria, por lo que se empleará mucho tiempo en transportarlas y desplegarlas (muchas piezas también debían ser recuperadas del almacenamiento antes de cualquier avance).
El 3 de Septiembre de 1939, La República francesa declaraba la guerra al Reich Alemán,:
Excelentísimo Señor:
No habiendo recibido el 3 de septiembre a las 12 horas del mediodía, ninguna respuesta satisfactoria del gobierno del Reich al escrito que entregué a V.E. el 1 de Septiembre, a las 22 horas, tengo el honor de comunicarle, por encargo de mi gobierno, lo siguiente:
El gobierno de la República Francesa considera su deber recordar, por última vez, la grave responsabilidad que ha tomado sobre sí el gobierno del Reich al haber abierto las hostilidades contra Polonia sin declaración de guerra y no haber aceptado la proposición de los gobiernos de la República Francesa y de Su Majestad británica de suspender toda acción de ataque contra Polonia y declararse dispuesto a una retirada inmediata de sus tropas de territorio polaco.
El gobierno de la República tiene por ello el honor de poner en conocimiento del gobierno del Reich que se ve obligado desde hoy 3 de Septiembre, a las 17 horas, a cumplir las obligaciones contraídas por Francia con Polonia en el Tratado Franco-Polaco y que el gobierno alemán conoce.
Coulondre
Embajador de Francia en Berlín
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Línea Sigfrido |
Entre los ríos Rin y Mosela la frontera franco-alemana se extendía a lo largo de 180 kilómetros, y sería precisamente allí donde el Alto Mando francés desencadenaría su ofensiva sobre un frente de unos 35 kilómetros, centrado principalmente en el área de Sarrebruck. Ya que los franceses no querían violar l neutralidad de Luxemburgo y Bélgica, la zona del Sarre parecía la indicada para el ataque. Los planes iniciales requerían de aproximadamente 40 divisiones, incluyendo una división blindada, tres divisiones mecanizadas, 78 regimientos de artillería y 40 batallones de tanques que se lanzarían al ataque en el frente occidental alemán para ayudar a Polonia, pero aunque 30 divisiones avanzaron hasta situarse en la frontera (y en algunos casos a través de ella), el asalto nunca se produjo. En Septiembre, mientras la mayor parte de la Wehrmacht se encontraba luchando en Polonia, alrededor de unas 35 divisiones se encontraban posicionadas tras la línea Sigfrido, aunque hay que decir que estas fuerzas se encontraban muy mermadas en número y carecían del suficiente número de carros de combate, pues lo que en realidad pretendían era aparentar que defendían la frontera.
La Whermacht desplegaba en este sector el 1º AOK (Generaloberst von Witzleben) el que comprendía los Cuerpos de Ejército IX, XII y XXIV (hasta el 17 de Sep 1939 Generalkommando der Grenztruppen Saarpfalz): 22 divisiones y menos de 100 piezas de artillería Sus oponentes eran los Ejércitos franceses 4º (General Réquin), 3º (General Condé) y parte del 5º , totalizando unas 41 divisiones. En el sector del 3. Armée el esfuerzo principal sería llevado por la 11 División de Infantería en el Saar y la 21 División de Infantería en el valle del Blies contra la 6 Infanterie-Division. El esfuerzo principal del 4º Armée estaba con la 42 División de Infantería en los bosques de Warndt contra la 15 Infanterie-División.
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Soldados franceses frente a una casa de huéspedes en Lauterbach |
El 7 de septiembre de 1939 once divisiones francesas, parte del II Grupo de Ejércitos Bajo el mando del General d’Armée André Gaston Prételat, avanzaron a lo largo de una línea de 32 km de ancho en los alrededores de Saarbrücken. Se encontraran una débil, prácticamente inexistente, oposición alemana; con la práctica totalidad de la Wehrmacht centrada en el asalto sobre Polonia, la superioridad francesa era total. El Alto Mando alemán había ordenado que se abandonasen las posiciones, replegándose tras la línea Sigfrido.
Los francés avanzaron alcanzando una profundidad de unos ocho kilómetros en algunas áreas, capturando alrededor de 12 pueblos y aldeas, entre otras: Gersheim, Medelsheim, Ihn, Niedergailbach, Bliesmengen, Ludweiler, Brenschelbach, Lauterbach, Niedaltdorf, Kleinblittersdorf, Auersmacher y Hitlersdorf (Después Sitterswald). Por su parte, General d’Armée Edouard con el IV Ejercito con su flanco derecho en la región de Bitche y su izquierdo en la zona de Sarreguemines sobre el río Saar, logró capturar 12 km de territorio alemán a poca distancia de Breitfurt, mientras que su vecino, el general Armée Charles Marie Condé, del III Ejercito avanzó a través del saliente de Warndtwald, densamente arbolado, que comprende 7,8 km ² de territorio alemán fuertemente minado al oeste de Saarbrücken.
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tanques R-35 franceses (5th BCC) en el bosque de Warndt durante la ofensiva del Sarre |
Aunque la mayoría de las divisiones que formaban el primer ejército de von Witzleben habían sido reclutadas recientemente, las tropas alemanas hicieron un hábil uso de su ventaja sobre el terreno apoyándose en fuertes campos de minas hábilmente situados. Por su parte, los franceses no estaban familiarizados con esta amenaza y no poseían detectores de minas. Y aunque la propia línea Sigfrido, que los franceses habían planeado atacar después del 17 de septiembre, había sido descrita por el general Siegfried Westphal como un «farol gigantesco» no lo fue en absoluto: sus defensas eran buenas y la artillería francesa logrará hacerles poco daño. El Generalmajor Ulrich Liss, jefe de la sección de inteligencia del ejército alemán Fremde Heere West, ejércitos extranjeros del oeste, declaró posteriormente que los proyectiles franceses de 155 mm (6.1 pulgadas) causaron daños insignificantes y los proyectiles de los cañones más pesados de 220 mm (8,66 pulgadas) y 280 mm (11 pulgadas) no estaban equipados con los fusibles de acción retardada que habrían permitido a los proyectiles penetrar en las casamatas antes de explotar. Liss admitió que los cañones franceses mantuvieron una alta y exacta tasa de fuego, pero un gran número de proyectiles no explotaron ya que provenían de existencias que datan de la Primera Guerra Mundial.
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soldado francés posa ante una ofician de la administración local alemana en Lauterbach |
El 12 de septiembre, el Consejo Supremo de Guerra Anglo-francés reunido por primera vez en Abbeville,
decidió que todas las acciones ofensivas serían detenidas inmediatamente; el general Gamelin ordenará a sus tropas que se detengan a menos de 1 kilómetro de las posiciones alemanas a lo largo de la línea Sigfrido de lo que, por supuesto, no informó a los polacos. En cambio, Gamelin si que informó al mariscal polaco Edward Rydz-Śmigły de que la mitad de sus divisiones estaban comprometiéndose con las divisiones occidentales alemanas y que los avances franceses habían «obligado a la Wehrmacht a retirar por lo menos seis divisiones de Polonia» , algo que no era cierto. Al día siguiente, el comandante de la Misión Militar Francesa en Polonia, general Louis Faury, informó al jefe de Estado Mayor polaco, general Wacław Stachiewicz de que la planeada gran ofensiva en el frente occidental debía posponerse del 17 al 20 de septiembre. Ese mismo día, 17 de septiembre de 1939, el Ejército Rojo invadió Polonia desde el este, cumpliendo las clausulas secretas acordadas con Alemania en los acuerdos Ribbentropp-Molotov de agosto de ese mismo año. Con el ejército polaco completamente desbordado por el ataque alemán en el oeste, Stalin rompe el pacto de no agresión soviético-polaco de 1932. Desde este momento, el ejército Francés se dedicó exclusivamente a mantener las posiciones ganadas en el Sarre atrincherando a sus tropas mientras al otro lado de la “Línea Sigfrido” Alemania iba concentrando nuevas divisiones bien fogueadas procedentes de la recién derrotada Polonia. A principios de Octubre de 1939 los franceses iniciaban la retirada del Sarre; el 16 de Octubre la Wehrmacht avanzará sobre las zonas ocupadas desde Septiembre que serán nuevamente recuperadas, permaneciendo únicamente las localidades de Forbach y Orethal en manos francesas hasta que finalmente las dejaron atrás a mediados de Noviembre de 1939.La Ofensiva francesa sobre el Sarre terminó con 22 muertos, 105 heridos y 58 desaparecidos, mientras que por parte alemana las bajas ascendieron a 196 muertos, 356 heridos y 114 desaparecidos, así como 11 aviones destruidos. Resulta realmente paradójico como Gran Bretaña y Francia aceptaron dócilmente la ocupación soviética de Polonia primero y la consiguiente anexión del este del país finalizada la guerra, lo que suponía, una clara violación del Pacto de 1932, frente a la beligerancia que mostraron frente a Alemania, beligerancia que para algunos provocará el inicio de la Segunda Guerra Mundial con la declaración de guerra por parte del Imperio Británico y de la República Francesa el 3 de septiembre de 1939 .
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